CHUPARSE EL DEDO: EFECTOS EN LA SALUD BUCODENTAL: El hábito de chuparse el dedo es una acción natural durante los primeros meses de vida del bebé. En una acción que les produce sensación de seguridad y tranquilidad y que por norma general suelen dejar tenerlo como hábito entre los dos y los cuatro años de edad. Sin embargo, si el hábito se mantiene más allá de los 4 años de edad, es importante actuar antes de la aparición de la dentición definitiva (entre los 6-7 años), para evitar un incorrecto desarrollo de la oclusión (mordida) y su salud bucodental.
¿Cómo afecta chuparse el dedo a la salud bucodental?
Los principales trastornos que puede ocasionar:
-
Cambio de orientación de las arcadas dentarias: desplazándose hacia delante la superior y hacia detrás la inferior.
-
Maloclusión dental: mordida abierta (o anterior) debido a la falta de contacto entre los incisivos superiores e inferiores al morder.
-
Deformación del paladar: debido al empuje en dirección ascendente que produce la succión del dedo, el paladar modifica su forma haciéndose cada vez más convexo (paladar ojival).
-
Insuficiente desarrollo (hipoplasia) del maxilar superior: la posición anómala de la lengua en relación al maxilar por la interposición del dedo hace que este no se desarrolle al mismo ritmo que el resto de macizo facial.
-
Alteraciones del lenguaje: debido a la modificación de la situación normal de dientes, lengua y paladar, que son los elementos que intervienen en la fonación, la pronunciación de determinados fonemas puede verse afectada (/t/, /d/ y /l/) dando lugar a dislalias. También puede ser posible el ceceo y el seseo.
Además no solo afectan a la salud bucodental, sino que pueden tener consecuencias para su salud en general. Puede causar alteraciones en los dedos, trastornos emocionales y aumentar el riesgo de infecciones, ya que las manos están en contacto permanente con agentes contaminantes.
Causas y soluciones
Generalmente, se identifican 3 causas por las que el bebé a chuparse el dedo:
-
Para conciliar el sueño cuando está cansado.
-
Para tranquilizarse cuando está nervioso.
-
Cuando se aburre.
Consejos útiles para ayudar al niño a dejar de chuparse el dedo: no se debe recriminar al niño en público ni ridiculizarlo, para no minar su autoestima.
-
Hablar con él con una explicación sencilla acorde a su edad. Encontrando el momento adecuado, cuando esté tranquilo.
-
Sistema de recompensas: fijar pequeños objetivos a corto plazo, que merecen una recompensa si son conseguidos (una pegatina, un pequeño juguete…). Progresivamente se puede ir aumentando el nivel de exigencia, consiguiendo que tu hijo se sienta orgulloso y satisfecho de alcanzar sus objetivos. Así se consigue cambiar la conducta y mejorar la autoestima.
-
Terapia de distracción: muchas veces los niños se chupan el dedo cuando están cansados o aburridos, por lo que encontrar maneras alternativas de que se distraiga y olvide por unos momentos su hábito, puede hacer que poco a poco desaparezca.
-
Terapia de la sustitución: si se chupa el dedo porque tiene sueño o le cuesta conciliarlo. Se puede introducir la figura de un muñeco o peluche que lo acompañe. En los niños que utilizan chupete es más fácil vencer esa costumbre, ya que basta con retirar progresivamente el objeto en sí.
1 comentario en “CHUPARSE EL DEDO: EFECTOS EN LA SALUD BUCODENTAL”
Buenos días.
En esa sección del blog, podrán hacer las preguntas que deseen sobre este u otros temas dentales.
Aclararemos las dudas que tengan.
Daremos respuesta a la brevedad posible .
La consulta es gratuita.
Un saludo cordial.