MUELAS DEL JUICIO A JUICIO

MUELAS DEL JUICIO A JUICIO.

Las conocidas como muelas del juicio, cordales o terceros molares, son el tercer molar. Existen cuatro muelas del juicio, una por cada cuadrante bucal, y se sitúan en la última posición de la línea de la dentadura, al fondo de la boca.

Son un vestigio de nuestra evolución como especie. Nuestros antepasados hace un millón de años tenían unos maxilares muy desarrollados, y les cabía incluso un cuarto molar. El ser humano actual tiende a suavizar sus rasgos faciales y no siempre le cabe ese tercer molar. La muela del juicio sale cuando ya todas las demás piezas están acomodadas y el crecimiento y desarrollo de los maxilares está llegando a su fin o ya está totalmente estabilizado y no van a crecer más. Generalmente, aunque existe un amplio rango de edades, empiezan a salir entre los 17 y 26 años. En ocasiones no aparecen nunca. Se llaman muelas del juicio ya que a la edad en que aparecen se supone que la persona tiene un juicio más desarrollado y completo que cuando aparece el resto de la dentición definitiva.

En ocasiones, la aparición de las muelas del juicio, puede traer problemas secundarios, ya que al desarrollarse suelen afectar a otros dientes, empujándolos, por lo que extraer las muelas del juicio a tiempo acostumbra a ser la mejor opción. En los casos en los que las muelas del juicio no erupcionan, quedan incluidas en la encía y pueden formar un quiste maxilar, por lo que se recomiendan los controles con el especialista. La extracción de las muelas del juicio es una práctica quirúrgica muy frecuente dentro de la cirugía oral.

Principales razones por las que puede ser necesario extraer las muelas del juicio:

1. Cuando es imposible situar el diente en la arcada de forma a que realice sus funciones de manera correcta.

2. Cuando existe una patología asociada a la inclusión de la muela del juicio que no pueda tratarse de forma conservadora.

3. Cuando la muela del juicio produce lesiones a los dientes vecinos o crecen torcidas, ya que podrían afectar al resto de piezas dentales.

4. Cuando por motivos ortodóncicos existe una discrepancia óseo-dentaria y para corregirla es necesario realizar extracciones dentales.

5. Cuando las muelas del juicio crecen de forma parcial, no terminando de erupcionar por completo. Permaneciendo semi-incluida y parcialmente cubierta por encía, facilitando la acumulación de comida por debajo de las encías y la consecuente posibilidad de provocar infección.

6. Cuando se produce un quiste alrededor de la zona.

Es bueno realizar revisiones rutinarias, no sólo cuando se sientan molestias o dolor, ya que de este modo se puede diagnosticar y tratar a tiempo posibles complicaciones:

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El dolor o el malestar intenso en una muela del juicio es un signo inequívoco de que no están creciendo de forma correcta, por lo que en caso de molestias habrá que visitar al dentista para realizar una exploración clínica y radiológica. Con ello se llegará al diagnóstico correcto de los motivos del dolor en la muela del juicio y de la mejor solución posible.

En caso de que sea necesario la extracción de las muelas del juicio es preferible que sea cuanto antes. De esta manera evitamos su por lo que la intervención será más sencilla y supondrá menos molestias para el paciente a largo plazo.

Se trata de una intervención muy protocolizada y estandarizada. La intervención dura aproximadamente entre unos 45 minutos en caso de las muelas incluidas y unos 10 minutos cuando está erupcionado. El post-operatorio es cómodo, siempre y cuando siga las instrucciones recomendadas. En unos días, según el caso clínico, el paciente podrá hacer vida normal y masticar con total facilidad.

Si tienes molestias o piensas que deberías extraer tus muelas del juicio, pide cita con nosotros llamando gratis 900 82 0015. Estaremos encantados de ayudarte.